«Privilegiar a unos señoritos con el dinero de todos va contra la esencia misma de la izquierda. Visto lo visto, mereceríamos perder las elecciones. Querer ganar el Gobierno sólo con el favor de una clase artística mediocre, que no sabe vivir sin las subvenciones y los diezmos, es una verguenza».CARLOS CASTRO ( Director de Telecomunicaciones de la Junta de Extremadura)
Pues bien, esto es lo que ha hecho Zapatero con la aprobación del CANON DIGITAL. Una imposición del PSOE que viene a instaurar una nueva figura jurídica en nuestro país, la de la peligrosidad predelictiva, más propia de los regímenes dictatoriales que de las democracias avanzadas. Se basa, lisa y llanamente, en la presunción de delincuencia de todos los ciudadanos consumidores de equipos y soportes electrónicos como el ordenador, teléfono móvil, CD, DVD, reproductor MP3, tarjeta de memoria para la cámara digital, etc. etc. Es decir, como se supone que usted realizará copias privadas y las almacenará, se las cobran de antemano con un sobreprecio. ¿ Que usted no hace copias privadas ? No se preocupe, también se las cobrarán, por si acaso.
Imaginémonos por un momento a un ciudadano que compra una escopeta de caza y cualquier Bacigalupo lo mete en la cárcel … ¡ Pero, señor juez, si yo sólo quiero la escopeta para cazar conejos de los que nos recomendaba comer Zapatero en estas pasadas navidades ! Además, le entrego mi licencia por la que tuve que abonar al Estado los correspondientes honorarios. Pues, lo siento, pero por si acaso apreta usted el gatillo y desgracia a alguien, se pasará una temporada a la sombra. En absoluto nos encontramos muy lejos de tan surrealista abuso porque, mutatis mutandis, el CANON DIGITAL no es otra cosa que una penalización igual de aberrante: pague el impuesto por si acaso comercia con algún producto digital – 350 euros al año para un hogar de tres personas -, lo que es tanto como decir que el gobierno del PSOE nos considera a todos los ciudadanos como unos chorizos potenciales.
Al respecto, resulta muy grotesco tener que oir de boca del actual presidente de la Sociedad General de Autores (SGAE), Teddy Bautista, la justificación de este impuesto en nombre del “apoyo a la cultura”. Es decir, el ciudadano sufre presunción de culpabilidad y semejante arbitrariedad se justifica en nombre del “apoyo a la cultura”. Que existen manifestaciones culturales que merecen apoyo, eso no lo duda casi nadie, pero vincular la supervivencia de las mismas a un impuesto arbitrario como el CANON DIGITAL es una auténtica estafa a todos y cada uno de los ciudadanos.
Pero mucho más grotesco resulta todavía escuchar al miembro de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ), el cantante asturiano Victor Manuel, manifestándose públicamente en el sentido de que la lucha contra el CANON es “una campaña orquestada para minar los derechos de los autores” a la vez que exige las cuentas de la Asociación de internautas. Sí, por supuesto que me estoy refiriendo al antiguo miembro de “la cucaracha” ( club creado en los sótanos de la iglesia de San Juan de Mieres ) que, para seguir manteniéndose en el candelero de la fama, aprovechaba – sin venir a cuento – una entrevista en el teatro Jovellanos de Gijón con el periodista Diego Carcedo, para llamar hijo de puta al Obispo de Oviedo, en presencia y con el aplauso de la cúpula dirigente del PSOE en Asturias. El mismo sujeto que compuso y cantó aquella canción “ESE GRAN HOMBRE” refiriéndose al Generalísimo Franco en los 25 años de PAZZZZ (véase EL COMENTARIO.TV: Victor Manuel). Aquel comunista de salón que hoy bajo bandera zapaterial se dedica por la noche a tirar las estatuas de, según él, aquel gran hombre que trajo la paz y el bienestar social para nuestro país: “Vivo feliz en la tierra que aquél levantó. Gracias le doy. Al gran hombre que supo alejar. Esa invasión. Que la senda venía a cambiar”, dice una de las estrofas de la canción.
Antes de pedir las cuentas a nadie – todo Dios tendría que presentar sus cuentas sin subterfugios de ningún tipo ante la Hacienda española que nada tiene que ver con las madrigueras fiscales – debería comenzar, pienso yo, por exponer las suyas, sobre todo aquellas que se corresponden con las cinco firmas que figuran a su nombre y que suman unos BAI de 865.111 euros. Y lo mismo deberían hacer sus hermanos de logia como el Almodóvar, con unos beneficios antes de impuestos de sus seis empresas por valor de 10.064.850 euros; el Bardem con su empresa PINGUIN FILMS, con unos BAI en 2005 de 587.399 euros; o el Miguelito Bosé que, desde hace 24 años preside COSTAGUANA SL, obteniendo 692.197 euros de BAI, así como otras tres empresas en las que figura como cabeza visible y que han sumado un BAI de 2.800.000 euros. ¡ Estos franquistas reconvertidos de urgencia al zapaterismo todo lo miden por dinero y no tienen ni puta idea qué tienen las convicciones !
¿Por qué en España funciona así la cultura? La grotesca situación hay que enmarcarla en un contexto político concreto. Desde principios de los años setenta, poco antes de la muerte en la cama de “su admirado dictador” estos seudoizquierdistas consumaron una hábil y exitosa estrategia de ocupación del poder cultural. Los sucesivos gobiernos que vinieron después consolidaron esa hegemonía otorgando a los mandarines de la cultura la representatividad única del sector,instalándose una capillita que era quien decidía quien merecía apoyo y quien no, a quien se subvencionaba y a quien no, quien merecía vivir y quien no. Al mismo tiempo, se entregaba graciosamente la gestión de determinados derechos de autor a una entidad privada concreta, la SGAE, que aspiraba al monopolio sobre la materia. Eso sí, cuando hay que salir a la calle a hacer el payaso con lo del chapaote del PRESTIGE, por ejemplo, pues se sale, claro, pero cobrándo todos los espectáculos.Lógicamente, estos procesos terminaron haciendo de la cultura española un cortijo caracterizado por los beneficios crecientes que reportaban a sus gestores y por la calidad menguante de las obras que producían, todo ello con la bendición del poder político y unos medios de comunicación que forman parte del tablao.
Igual que los cristianos de las catacumbas, que se daban a conocer entre sí dibujando en el suelo el símbolo de un pez, los titiriteros de la secta zapateril, han hecho de la zeja presidencial su contraseña. A partir de ahora, bastará con ver a alguien arquear el dedo índice y colocarlo sobre su ojo para saber que pertenece a la logia de la Zeja. Que duda cabe, no todos los artistas, cantantes y demás prefesionales de la farándula están en la corrupción, claro. Ni siquiera la mayoría, pero son muchos los que no hacen camino al andar, sino que se arrastran como las víboras para recibir del poder patrocinios, subvenciones y todo tipo de prebendas, aunque sea a costa del sufrido contribuyente español.
ANTON SAAVEDRA
El Blog de Antón Saavedra 