ASESINATO DE UN COMUNISTA: ANDREU NIN.- XXVIII

Andrés NIN Pérez, exsecretario general de la C.N.T. y lider del Partido Obrero Unificado Marxista, era un intelectual destacado en la defensa de los intereses de la clase trabajadora, así que nada mejor que presentarlo como un traidor, como espía de Franco o de Hitler o de ambos, para justificar una represión feroz contra cualquier disidencia…

» La represión del POUM y en especial el odioso asesinato de Andreu NIN es la página más negra del Partido Comunista de España, que se hizo cómplice del crimen cometido por los servicios secretos soviéticos».

(Fernando CLAUDIN, político e ideólogo español, dirigente del Comité Central del PCE y director de la Fundación Pablo Iglesias).

No hace falta añadir que Andrés NIN Pérez y el POUM resultaban muy incómodos para Joseph STALIN y, por extensión, para todos los que obedecían las consignas del Comunismo Internacional. La posición revolucinaria de los poumistas desde el comienzo de nuestra guerra incivil, las campañas en su periódico «LA BATALLA» contra las purgas estalinistas de la vieja guardia bolchevique de la U.R.S.S. – «Somos socialistas revolucionarios, marxistas. En nombre del socialismo y de la clase trabajadora revolucionaria, protestamos enérgicamente contra el monstruoso crímen que acaba de perpetrarse en Moscú, decía el órgano poumista «LA BATALLA» en su editorial del 28 de agosto de 1936 – y contra los intereses que se ocultaban detrás de la llamada ayuda soviética a la II REPUBLICA determinaron que el POUM y su lider fueran considerados como enemigos a destruir: » Los troskistas son los instigadores, los ideólogos de la crisis de mayo, y agentes fascistas. En definitiva, un peligro que hay que eliminar ante la falta de reacción de la Generalitat y del gobierno de la República», dejaba escrito el delegado de la Internacional Comunista Erno GERÖ – en su pasaporte español falsificado, Pedro Rodriguez Sainz – en el informe de diez páginas enviado a Moscú, el 22 de mayo de 1937, titulado » El alzamiento contrarrevolicionario». Además, Andreu NIN no era un comunista cualquiera ya que había vivido diez años en Moscú, formando parte activa como dirigente de varios organismos soviéticos y, claro, su amistad con LENIN, Kamevev, Zinovief y TROTSKI, caídos en desgracia, sería su talón de Aquiles, siendo expulsado de Rusia por STALIN y «colocado» en el punto de mira de la temible NKVD (antecedente de la KGB), cuyo jefe Alexander ORLOV ya venía «operando» en España, desde setiembre de 1936, con setecientos agentes soviéticos repartidos por toda la zona gubernamental, disponiendo de sus propias cárceles – las tristemente famosas CHEKAS – e incluso de un horno crematorio para

Alexander Mijailovich ORLOV, asesino de Andreu NIN, fue el mismo que declaró ante el SENADO de EE.UU., refiriéndose a la llegada del oro del Banco de España a Moscú, atribuyó a STALIN la frase: «Los españoles no verán más el oro, del mismo modo que nadie puede ver sus propias orejas».

deshacerse de los incómodos cadáveres, lo que les otorgaba una total impunidad en sus oscuras y repugnantes actuaciones.

En esas condiciones llegamos a las 13,30 horas del día 16 de junio de 1.937 cuando NIN era detenido a la salida de una reunión de su partido en un edificio de las Ramblas barcelonesas, donde ahora hay una placa que recuerda donde fue visto por última vez, para ser conducido hasta Valencia, siendo hospedado en la «Cheka de la Ronda de Atocha», y de ahí hasta lo que sería su último destino: un chalé situado en ALCALA DE HENARES, la localidad madrileña en la que los soviéticos tenían una especie de república dentro de la República, esto es una colonia soviética donde estaba la escuela de Vuelo y Combate dirigida por pilotos soviéticos y la Brigada de Tanques mandada por el general PAULOV, en la actualidad Campus de la Universidad de Alcalá y a su lado el acuartelamiento de la Brigada Paracaidista. Es preciso dejar muy claro que la orden para detener a NIN la recibía ORLOV, dentro de la «Operación NICOLAY», por parte de los máximos dirigentes comunistas españoles del momento, es decir, José DIAZ, Santiago CARRILLO y Dolores Ibarruri «La Pasionaria», justificando ésta última la decisión manifestando que «nosotros hemos dado la orden de detención por la policia de un puñado de provocadores y espías».

Allí, en aquel chalé, que aún se conserva, sería donde se desarrolló el calvario de Andreu NIN en busca de una autoinculpación que nunca llegaría, pese a su sometimiento a toda clase de torturas  que hoy, nadie mejor que el mismísimo Ministro de Instrucción Pública en el gobierno de NEGRIN y miembro del Politburó del Partido Comunista de España, Jesús HERNANDEZ, nos deja escrito literalmente en sus memorias » YO, MINISTRO DE STALIN EN ESPAÑA», publicadas en el año 1954: «ORLOV y su banda secuestraron a NIN con el fin de arrancarle una «confesión» reconociendo que llevaba el oficio de espía al servicio de Franco. Sus verdugos, peritos en el arte de «ablandar» a los presos políticos y arrancarles declaraciones «espontáneas», creyeron encontrar en la naturaleza enfermiza de NIN un auxiliar en su infame menester (…) El suplicio de NIN empezó por el procedimiento «seco». Un interrogatorio durante diez, veinte, treinta horas, durante las cuales se relevaban los verdugos, haciendo siempre las mismas preguntas (…) Pero Andreu NIN resistía de una manera increible. No capitulaba. Resistía. Sus verdugos se impacientaban; así que decidieron pasar al método de la «firmeza»: la piel arrancada, los miembros destrozados, el sufrimiento físico llevado al límite de la resistencia humana (…) Al cabo de unos días su rostro no era sino una masa informe. ORLOV, frenético, enloquecido por el miedo al escándalo que podría significar su propia liquidación babeaba de rabia ante aquel hombre enfermizo que agonizaba «sin confesar», sin comprometerse ni querer

José DIAZ, Santiago CARRILLO, Dolores Ibarruri, Comorera y demás patulea al servicio de la NKVD, los agentes soviéticos de STALIN, bajo las ordenes directas de Alexander ORLOV, que asesinaron al comunista Andreu NIN, en la grotesca «Operación NICOLAY».

comprometer a sus compañeros, que con una sola palabra hubieran sido llevados al paredón de ejecución».

Por aquel entonces ejercía como Subsecretario de Instrucción Pública, el comunista asturiano de SOTO DE AGÜES, Wenceslao ROCES Suárez, exiliado en México, que en las elecciones generales de 1.977 en España resultaba elegido senador en la candidatura formada con Rafael FERNANDEZ y Corte Zapico «PARA UN SENADO DEMOCRATICO», el cual tuvo máximas responsabilidades en la razia organizada contra el trotskismo que acabó con la vida de Andreu NIN, entre otros, y siempre según la versión del escritor leonés Andrés TRAPIELLO, quien llega a considerar el libro «El Espionaje en España» como un «célebre e ignominioso alegato que publicaron y perpetraron en plena guerra civil los servicios de espionaje soviético, el sicario Wenceslao ROCES y el propio BERGAMIN, a sueldo de los estalinistas». Pero sería el propio Alexander ORLOV quien disipaba cualquier duda al respecto, cuando en sus memorias, publicadas en Nueva York, adonde se había escapado desde España cuando fue requerida por STALIN su presencia en Moscú, revelaba muy claramente cómo fue falsificada la documentación que incriminaba a NIN en una conjura franquista, así como la rocambolesca y poco creíble historia por la cual un comando nazi había intentado rescatarle del chalé donde fue salvajemente torturado, resumiendo la verdad del asesinato de Andreu NIN en un brevísimo texto recogido en el primer volúmen del archivo de sus operaciones en España: » N. En la carretera de Alcalá de Henares a Perales de Tajuña. A mitad del camino, a 100 metros, en el campo. Estaban presentes Bom, Schwed, Juzik, dos españoles, y el chófer de Pierre, Victor».

Restos humanos aparecidos en una fosa común de Alcalá de Henares, justamente en el lugar donde se supone fue enterrado Andreu NIN, después de ser salvajemente torturado.

Recientemente, con fecha 7 de marzo de 2008, el diario ABC adelantaba el hallazgo de una fosa común en Alcalá de Henares, asegurando que la misma se encuentra en el lugar que se vincula a la desaparición en 1937 de Andreu NIN, afirmando que la fosa, situada a dos o tres metros de profundidad, contenía un «amasijo» de huesos  que corresponden a cinco personas, incluyendo un cráneo con un orificio de bala, lo que parece tener «cierta lógica» si tenemos en cuenta el hecho de que cerca de la Brigada Paracaidista, donde fueron encontrados los restos, se encontraba el chalé utilizado por el general jefe de la aviación republicana Hidalgo de Cisneros y su mujer Constantina de la Mora Maura – censora de periodistas extranjeros -, ambos comunistas y en el que el lider del P.O.U.M. permaneció confinado en junio de 1.937 antes de que acabaran con su vida.

Sin embargo, teniendo en cuenta que el gobierno de Rodriguez ZAPATERO se comprometía en su Ley de Memoria Histórica a facilitar todo tipo de información, incluidos mapas, sobre la localización de fosas comunes, ocultó la hallada en Alcalá de Henares, hasta el punto de que cuando el diario ABC lanzó la noticia, recibió la misma con una gran frialdad, guardando un más que sospechoso silencio sobre el hallazgo, limitándose a decir «que corresponde al juez determine si hay que buscar más fosas comunes o no en los actuales terrenos de la Brigada Paracaidista» para añadir a continuación que «el ministerio de la Defensa, como siempre y como está obligado, hará todo aquello que diga el juez».

Placa conmemorativa en el portal del antiguo HOTEL FALCON, antigua sede del P.O.U.M., donde hoy se ubica la biblioteca Gòtic-Andreu NIN y la escuela superior de diseño ELISAVA ( U.Pompeu i Fabra).

¿ Ocurrirá ahora lo mismo con el gobierno de Rodriguez ZAPATERO  y su Fiscal CONDE – PUMPIDO, que cuando se llevó a cabo la desaparición, donde el gobierno de NEGRIN, presionado por numerosas organizaciones extranjeras, la aceptase, a través de un ambiguo comunicado en el que anunciaba la designación como Fiscal Especial del caso al magistrado Gregorio PECES-BARBA del Brio, como forma de cubrir las apariencias, tal y como llegaría a confirmar el propio PECES-BARBA que, una vez finalizada la guerra, reconocía públicamente las presiones a que había sido sometido para que no llegase a descubrirse la verdad de lo ocurrido ?

ANTON SAAVEDRA